Lo que ahora es una empresa mundial con unas ventas de más de 500 millones de euros empezó en un pequeño garaje de la idílica ciudad de Lauffen am Neckar. En 1945, el inventor aficionado Friedrich Schunk (de Suabia) abrió aquí un taller mecánico en las condiciones más sencillas con un torno de segunda mano. Con trabajos por encargo, como la producción de piezas de repuesto o la reparación de máquinas, creó un medio de vida para su familia y sentó las bases del futuro actor mundial, SCHUNK.
Uno de los mayores activos de Friedrich Schunk era su capacidad para encontrar una solución a problemas de cualquier tipo. Ya entonces, el nombre SCHUNK era sinónimo de desarrollos innovadores, como una máquina perforadora de pantallas de lámpara. Trabajador, servicial y con sus propios altos estándares de calidad, Friedrich Schunk se mantuvo incólume en su empeño.
El salto de taller artesanal a empresa industrial y de fabricación se produjo en 1964. En el nuevo edificio, una nave de 300 metros cuadrados en la calle Bahnhofstrasse de Lauffen, inicialmente se maquinaban al mes unos 3000 tambores de embrague y volantes de inercia para el NSU Prinz 4. Una maqueta del Prinz 4 de esta serie se encuentra ahora en la zona de entrada del edificio de administración en Lauffen como recuerdo de los inicios, lo que resulta ser un verdadero reclamo para nuestros visitantes.
El hijo del fundador de la empresa, Heinz-Dieter Schunk, se incorporó a esta en 1964, a la edad de veintidós años, trayendo consigo un poderoso impulso comercial. Al introducir sus propias líneas de productos, sentó las bases del éxito de Schunk.
«Solo las innovaciones hacen progresar a una empresa»: esta filosofía del fundador de la empresa, Friedrich Schunk, la ha seguido de forma activa su hijo. Con la creación de la gama de productos de mordazas de chucks para torno, SCHUNK se convirtió en un socio de la industria de transformación en el ámbito de la sujeción de piezas. Exigiendo los mayores estándares de calidad a sus propios productos y buscando continuamente la mejora de la gama de productos, SCHUNK entró en una nueva era.
SCHUNK también se propuso convertirse en el líder tecnológico internacional en el ámbito de la sujeción de herramientas. El desarrollo de la tecnología de expansión hidráulica y la introducción del TENDO revolucionaron el mercado. Se alcanzó otro hito con el sistema de portaherramienta con tecnología de sujeción poligonal TRIBOS para el maquinado automatizado de piezas. Para SCHUNK, el futuro era la automatización.
En 1982, tras la visita a una feria comercial, a Heinz-Dieter Schunk se le ocurrió una idea para otra unidad de negocio. Vio los primeros robots con pinza, cuyo peso hacía que los brazos del robot fueran bastante inestables. Enseguida tuvo claro que el mercado necesitaba una solución ligera y sencilla. SCHUNK fue uno de los primeros fabricantes en desarrollar una tecnología de agarre estandarizada.
El aumento de la demanda en Norteamérica hizo necesaria la siguiente fase de internacionalización en 1992. Raleigh, la capital de Carolina del Norte, se convierte en la tercera oficina de ventas en el extranjero.
En 1994, SCHUNK adquirió Hage GmbH en Mengen, el precursor de lo que hoy es H.D. SCHUNK GmbH & CO KG, y amplió la cartera de productos para incluir la gama de chucks para torno.
En la actualidad, Kristina I. Schunk y Henrik A. Schunk, nietos del fundador de la empresa, dirigen la empresa familiar hacia el futuro. Han encomendado a SCHUNK la tarea de hacer que las producciones globales en todo el mundo sean más precisas, económicas y fiables. La cartera de clientes incluye todas las empresas conocidas en los sectores de construcción de maquinaria e instalaciones, robótica, automatización, manipulación de montajes y ciencias de la vida.
La automatización, la digitalización y la conexión de red están impulsando un cambio dinámico. SCHUNK forma parte de esta evolución y responde con servicios digitales, funciones inteligentes y aplicaciones mejoradas.
Con sus innovadores centros de aplicaciones robóticas CoLab, SCHUNK ofrece un pilar fundamental para la planificación e implementación de tareas de robótica y automatización industrial. Esto es especialmente beneficioso para los recién llegados a la automatización en todo el mundo, pero los profesionales de la automatización con experiencia también saldrán ganando.
Con servicios y módulos de software, SCHUNK hace posible que los clientes se inicien en la automatización: soluciones plug & play de «montar y olvidarse» que simplemente funcionan como deben. La digitalización ha permitido a los clientes planificar y diseñar sus propias soluciones y procesos de forma parcialmente independiente. El espíritu pionero del fundador de la empresa y el hilo conductor de las tres generaciones —ofrecer siempre lo mejor al cliente— conducen a SCHUNK hacia el futuro.