Según el informe de World Robotics, el 3,24 % de los robots instalados en 2018 fueron cobots; en números absolutos, son 14 000 de 422 000. Estas cifras esconden el hecho de que el sector está en auge y se está volviendo muy atractivo tanto para los fabricantes como para los usuarios, en buena parte por el papel pionero de Universal Robots. Mientras que los robots industriales más tradicionales requieren un presupuesto importante y muchos conocimientos técnicos, la categoría de los pesos ligeros despierta el instinto de jugar, en parte porque es posible trabajar directamente con el robot sin problemas. De repente, los usuarios que nunca han tenido ningún contacto con los robots se sienten con suficiente seguridad como para crear una aplicación durante el fin de semana. No son solo las pymes que antes no se dedicaban a la robótica las que se están subiendo al carro. Incluso las grandes empresas con conocimientos de automatización están sucumbiendo al encanto de los robots inteligentes y ligeros, porque ahora se pueden abrir aplicaciones que antes no justificaban una inversión en tecnología robótica convencional.
En el trabajo con cobots, la simplificación es la palabra mágica que da rienda suelta a una creatividad nunca antes soñada. Los fabricantes han simplificado tan radicalmente la construcción, la configuración y el diseño, el montaje y la instalación, que incluso los principiantes encuentran la robótica útil y la disfrutan. Se pueden implementar una gran variedad de escenarios de automatización de forma experimental, ya sea en salas separadas, como ocurre con los robots industriales convencionales, o en proximidad de los seres humanos. En la actualidad, los cobots se utilizan principalmente como robots ligeros. Cuestan menos que los robots industriales estándar y son mucho más fáciles de programar", explica Benedikt Janßen, jefe de ventas de productos mecatrónicos del especialista en sistemas de agarre y tecnología de sujeción SCHUNK. "Permiten a las empresas más pequeñas, en particular, introducirse poco a poco en la robótica con un enfoque pragmático de las consideraciones de seguridad". El jefe del equipo Co-act de SCHUNK ha seguido el desarrollo del mercado durante varios años y ha experimentado el nuevo mundo de la robótica ligera, con su dinámico crecimiento. "La robótica industrial tradicional la implementan integradores de sistemas y fabricantes de plantas, que aprecian especialmente la amplia cartera de sistemas de agarre de SCHUNK y la alta calidad de nuestras pinzas y nuestros componentes de fin de brazo. Por otro lado, la gama de front end para los cobots, que se distribuyen principalmente a través del comercio minorista o de las plataformas de venta minorista de los fabricantes de cobots, tiene que ser mucho más ágil y universalmente utilizable."
A menudo, las pinzas se compran simplemente con el cobot; no como en el caso de los robots industriales, para los que los integradores y los fabricantes de plantas seleccionan, diseñan y adaptan las pinzas individualmente para cada aplicación. Los que dan sus primeros pasos en la automatización, en particular, suelen sentirse abrumados cuando miran el catálogo de pinzas SCHUNK de 1800 páginas. "Con nuestras carteras Plug & Work, ahora agrupamos específicamente componentes que pueden cubrir de forma fiable el 80 % de todas las aplicaciones de cobot", afirma Janßen. "Los usuarios tienen la opción de elegir libremente los componentes a partir de estas carteras y siempre coincidirán con el cobot correspondiente". El objetivo principal es permitir a los usuarios alcanzar resultados productivos de forma rápida, rentable y directa, agrupando el conocimiento experto de SCHUNK en los componentes de la cartera y evitando una ingeniería excesiva. Tras la cartera Plug & Work para Universal Robots, que se lanzó en 2018 y hace tiempo que se ha consolidado en el mercado, a mediados de año se añadirán carteras Plug & Work personalizadas para Doosan Robotics y Techman Robot. Cada una de ellas incluye pinzas Co-act certificadas para operaciones colaborativas, pinzas neumáticas y eléctricas, sensores y sistemas de cambio; estas carteras abarcan una amplia gama de aplicaciones tanto en la automatización convencional como en las aplicaciones colaborativas. Por este motivo, los componentes están disponibles en stock a corto plazo y son apropiados para los que se inician en la automatización, así como para los profesionales de la industria metalúrgica, automotriz y electrónica, entre muchas otras.
En la cima de la escala de colaboración de la cartera Plug & Work se encuentran la pinza SCHUNK Co-act EGP-C para piezas pequeñas, de la que ya se han instalado con eficacia varios cientos de unidades, y la pinza de carrera larga SCHUNK Co-act EGL-C, disponible de serie en el segundo semestre de 2020. Ambas cumplen los requisitos de las normas EN ISO 10218-1/-2 e ISO/TS 15066, y están certificadas por la Asociación Alemana de Seguros de Accidentes (DGUV) para su uso en aplicaciones colaborativas. Mientras que la Co-act EGP-C, con carreras máximas de los dedos de 3 mm, 6 mm, 8 mm y 10 mm y pesos recomendados de las piezas con arrastre de fuerza de 0,19 kg, 0,7 kg, 1,05 kg y 1,3 kg, está diseñada más bien para la manipulación de componentes pequeños, la Co-act EGL-C, con una carrera máxima de 42,5 mm por dedo y fuerzas de agarre variables entre 50 N y 450 N, permite una variabilidad mucho mayor, como la que se requiere, por ejemplo, en la carga automática de máquinas. Con arrastre de fuerza, esta pinza inteligente y sensible permite el procesado fiable de diferentes piezas alternantes de hasta 3 kg, incluidas las piezas pesadas o sensibles a la deformación. Se pueden agarrar piezas de hasta 8 kg de peso ajustándose a su forma.
El equipo interdisciplinar Co-act de SCHUNK ya ha adquirido una gran experiencia con los proyectos en el ámbito de la colaboración entre humanos y robots. Ha quedado claro que las posibilidades de éxito aumentan considerablemente si se empieza poco a poco. "Los cobots son un medio excelente para aumentar progresivamente el grado de colaboración", enfatiza Benedikt Janßen. "Aquellos que ya han adquirido experiencia en la coexistencia o la colaboración secuencial encontrarán más fácil implementar colaboraciones o incluso colaboraciones flexibles en pasos posteriores. Cuanto más alto sea el grado de colaboración, más probable será que recomendemos una implementación partiendo de cero, es decir, en aplicaciones completamente nuevas. Por otro lado, las aplicaciones con un bajo grado de colaboración también pueden implementarse muy bien en entornos ya existentes". En principio, el especialista en HRC recomienda hacer uso de la experiencia que posee SCHUNK. "Nuestro equipo reúne la experiencia de HRC en diferentes sectores, lo que nos permite evitar muchos errores de antemano".